dilluns, 22 de març del 2010

Obligaciones ocultas de los no fumadores


A lo largo de nuestra vida tenemos opciones, decisiones que tomar, caminos por empezar y terminar, o sencillamente, caminos por empezar y no terminar. Podemos elegir.
Igual que tenemos deberes, tenemos derechos. Derecho a no vernos afectados por las opciones de vida tomadas por otros. Por este motivo, en las siguientes líneas voy a defender el derecho a escoger.
Probablemente les sonará como un discurso constitucional, leído y oído más de quinientas veces, así que, voy a concretar más: el tabaco. O mejor dicho, el tabaco y los efectos en los fumadores pasivos.

Cuando nacemos no nos introducen un cigarrillo porque sea una obligación padecer los síntomas de tal droga. De acuerdo, para no ser tan drásticos y seguir la ley, podemos decir que, al cumplir los dieciocho, no se nos regala un paquete de cigarrillos para acostumbrar nuestros pulmones la o que van a respirar el resto de su vida. Por supuesto que no. Cuando alguien empieza a fumar, la fatídica pregunta es: “¿Quieres uno?” El verbo utilizado indica voluntariedad y ahí la clave del asunto. Es una opción. En ese momento, uno puede decir “No, gracias. No fumo.” O puede responder "Sí, gracias, ¿por qué no?”, y seguirá la primera dosis de un fumador más en esta sociedad. No me parece mal porque fue su elección y nadie le obligó. Otra sería mi opinión si, quien hizo la oferta, al verla declinada dijera: “Bien, no pasa nada, vas a inhalar el mismo humo que yo de este cigarrillo”.

Quizás les parezca exagerada la situación presentada en el párrafo anterior, pero piénsenlo: Cuando entramos en un bar, ¿alguien nos pregunta si queremos respirar ese humo? No. Los fumadores dan por hecho que ese humo forma parte del ambiente y no son conscientes que lo han creado ellos mismos por sus propios cigarrillos. Ellos tienen la opción de fumar, pero nosotros no tenemos la de respirar sin humo.
Podemos equipararlo con el "todo incluido" de los hoteles, en este caso, bares con todo incluido. Tienes un recinto con su barra, camareros, aseos… ¡y humo! Fácil de encontrar, pero difícil de separar sus partes.
Reclamo, desde mi humilde taburete rodeado por una cortina de humo, mi derecho a elegir, elderecho para mis pulmones a una vida digna.

5 comentaris:

  1. Marta la verdad es que el cigarillo es parte del estilo de vida europeo. Si has elegido no fumar eso está muy bien por tí, pero mi consejo sincero es que no salgas de tu hogar. El humo en la calle, en los bares, en las discos, en los restaurantes y hasta en el metro es inevitable. Fumar es parte de esta cultura y eso es algo que ni tú, ni nadie podrá cambiar. O te adaptas o quédate en tu casa...

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  2. Marta,
    Estoy de acuerdo en que el tabaco es malo para la salud, ni lo niego ni digo lo contrario, pero ¿acaso la persona que fuma cuando empezó no lo sabía? Si fuma porque así lo quiere ¿porqué ahora le hay que obligar a dejarlo por la fuerza?
    Los no fumadores tenemos derecho de no respirar humo del tabaco, pero los fumadores también lo tienen a fumar. Pero hasta el momento,todos tienen derecho a fumar, ya que estamos en un pais libre, no es así?

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  3. Así como los fumadores deciden no ir a lugares donde está prohibido fumar actualmente. De la misma forma, los no fumadores pueden decidir no asistir a restaurantes y bares donde se decidió permitir el consumo de tabaco. Por lo tanto, si existen lugares que apoyan una y otra postura, ¿por qué debe aprobarse una ley que prohiba por completo fumar en lugares públicos? Considero que los fumadores pasivos pueden dejar de serlo, asistiendo, simplemente, a lugares que apoyen al no fumador.

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  4. Defiendes el derecho de escoger para después negárselo a los fumadores. Ellos, nosotros, tú y yo ya podemos escoger en cada momento de qué compañía rodearnos, a qué lugares asistir, qué hacer o dejar de hacer y hasta qué aire respirar. Es una elección,con sus consecuencias, como todo. El mundo idílico sin contaminación no existe, ya ni en el campo... ¿Has oído lo de las vacas?

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  5. El fumador tiene el mismo derecho de ir a los lugares y sentarse en la mesa que desee. Fumar es una decisión de cada persona y tu ni nadie puede prohibirlo. el cigarrillo es parte de esta ciudad y todo el mundo sabe que gran parte de la población fuma así que acostumbrate al cigarrillo o no salgas de tu casa.

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